Cumaná, Venezuela.
Nicolás Sánchez –Alfalfa– está vinculado con el arte desde hace 20 años. En 2008 apareció Alfalfa, como una identidad que se expresa, simultáneamente, de forma anónima y pública. Dedicado voluntariamente a embellecer la ciudad, produciendo murales con un sentido enigmático y expresión colorida.
Su trabajo se basa en el desarrollo de un imaginario y "bestiario" personal, donde conviven formas naturales con animales fantásticos y mitológicos: peces, seres marinos, aves, castillos y llaves, en un universo simbólico propio que se carga de sentido al ser interpretados de forma universal.
Sus murales desean mejorar el ámbito urbano a través del apropiamiento de espacios públicos grises para convertirlos en lugares llenos de color y de vida, poniendo de manifiesto la esencia del entorno donde están emplazados, relacionándose simbólicamente con la identidad del lugar o proponiendo una mitología fantástica local.